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6 de junio de 2013

INOLVIDABLES: “LA HIJA DE LA CRIADA” de Barbara Mutch

Irlanda, 1919.
Hoy ha empezado mi viaje a África.
Salí por la puerta principal y crucé el sendero de losas.


Novelón. Novelón. Novelón. Gran novela la que acaba de publicar Alianza: ‘La hija de la criada’ de la sudafricana Barbara Mutch.
‘La hija de la criada’ posee reminiscencias de ‘Memorias de África’, el libro de viajes de Karen Blixen, y posee junto a esas reminiscencias la calidad y el fuelle de toda buena novela; es decir tiene y guarda el equilibrio entre la intriga y el ritmo básico para que una novela permanezca durante toda la trama a la misma altura sin desinflarse por el camino o a mitad. ‘La hija de la criada’ transcurre en Karoo, a unos cuantos kilómetros de Johannesburgo, allí una muchacha irlandesa Cathleen se convierte en esposa y madre tras abandonar Irlanda. Su marido, sus hijos, y la vida que lleva en Cradock House no la colman de alegría como la colma la hija de su criada: Ada. Entre Cathleen y Ada se crea un vínculo enorme. Cathleen le enseña a leer, a escribir y a tocar el piano a Ada, y Ada mientras realiza las tareas propias del hogar, va leyendo el libro especial de su señora, es decir, el diario íntimo que va escribiendo Cathleen desde que partió en 1919 de Irlanda. Ese diario escrito en secreto y leído también en secreto las une todavía más con un lazo indisoluble que toma verdadera consistencia cuando Ada —a quien su señora sin darse cuenta desde niña le ha ido regalando y forjando un futuro al enseñarle a leer, a escribir y a ser una virtuosa del piano— tiene que afrontar un episodio del que jamás creía que podría llegar a formar parte. Y como telón de fondo de los avatares propios de la vida dura de Ada, el apartheid y la segregación racial; y como salvación la música, Cathleen al enseñarle a tocar el piano a Ada le mostró la pasión de su vida. Ada vive por y para la música, para Chopin, Beethoven, Debussy. Eso la salva. ¿Pero cuál es la pasión de Cathleen? ¿El señorito Phil, su hija Rosemary, su diario, Ada, Irlanda? ¿Quién la va a salvar?

‘La hija de la criada’ es el fruto de la hermosa solidaridad y lealtad que se produce entre las mujeres cuando la soledad y la sinrazón llaman a sus puertas. Un sentimiento que solo es capaz de albergar la mujer por ser mujer. Y entre toda la trama, entre la novela, el libro especial de la señora, el diario íntimo de Cathleen, que para el lector resulta ser una verdadera joya. Además junto a la calidad de la novela y a la belleza y sinceridad del diario íntimo, el lector también encuentra en ‘La hija de la criada’ ese placer tan único y especial que sólo proporciona la lectura. 'La hija de la criada' es literatura en estado puro.


© MARÍA AIXA SANZ

26 de octubre de 2012

INOLVIDABLES: “LA VIOLA DE TYNEFORD HOUSE” de Natasha Solomons

… Tan guapo que siempre llevaba puestas sus gafas de montura metálica para disminuir el efecto de aquellos ojos demasiado azules.

Los ojos azules es el hilo conductor de ‘La viola de Tyneford House’ (Alianza) de Natasha Solomons. Los ojos azules de Julian Landau, el padre; los ojos azules de Kit, el primer amor; y los ojos azules de Daniel, el hombre de la vida de la protagonista: Elise Landau. Los ojos azules se vuelven el hilo conductor sin que el lector se percate de ello y sin que la escritora lo resalte demasiado. Pero lo cierto es que los ojos azules y la viola que Julian Landau le regala a Elise Landau antes de que parta desde Viena a Inglaterra se convierten en la verdadera compañía de Elise en su exilio. ‘La viola de Tyneford House’ es una novela para disfrutar de la lectura. Natasha Solomons consigue que aunque su novela sea una novela sobre la Segunda Guerra Mundial, ésta quede en un segundo plano, escribiendo sobre el amor y la pérdida; sobre la vida cotidiana para las gentes que no están en primera línea de combate; y en la bahía de Tyneford recrea un mundo que desaparecerá tras la guerra, pero mientras tanto, mientras se lee la novela sigue vivo en nosotros. Mientras no se ponga el punto y final: Tyneford existe. Existe la bahía, la pesca, las gaviotas, los cormoranes, el salitre, el amor, la pasión, el calor de la cocina, el sabor del tabaco, el olor del cuero con el cual están encuadernados los libros de la biblioteca, la música como nostalgia y una vida anterior, los ojos azules y la viola. La maduración y transformación de la muchacha Elise Landau en la mujer que resulta ser, está tan magníficamente construida, que el lector acaba respirando y sintiendo con ella. Y al lado de ella, una sucesión de personajes secundarios, dignos de la buena literatura, de las novelas en las que el lector se sumerge y se convierte en uno más, en el espectador silencioso que disfruta, disfruta y disfruta. ‘La viola de Tyneford House’ es una novela sencillamente espectacular.

© MARÍA AIXA SANZ


22 de septiembre de 2010

INOLVIDABLES: “LA MUJER QUE LEÍA DEMASIADO” de Bahiyyih Nakhjavani


…Una mujer inteligente debería ser menos hermosa.

La novela ‘LA MUJER QUE LEÍA DEMASIADO’ (Alianza) de la escritora Bahiyyih Nakhjavani, trascurre en Teherán, entre el primer atentado que sufre el Sha de Persia hasta el último atentando del que no consigue salir con vida 50 años después, en el año 1896, ante la tumba de su preferida, una bailarina, concubina de su harén a la que desposó después de ser rechazado por la poetisa de Qazvin.

Entre intrigas palaciegas, visires, ministros, aguaciles y la vida trepidante, amorosamente agitada, firme, regia y controladora de la reina madre y la debilidad manifiesta de su hijo, un Sha que no tiene las hechuras de un rey, la novela toma cuerpo y se torna fascinante con la entrada en escena de la poetisa de Qazvin, “la mujer que leía demasiado”, según la reina. La real protagonista de esta historia. La prisionera del Sha.

…La madre del Sha había resuelto controlar el asunto de la poetisa de Qazvin. Tenía derecho a decidir el destino de la predicadora de la alfabetización. Disponer lo que debía hacerse con aquella mujer que confundía los pensamientos con las sílabas y los hechos con las palabras…

Es entonces, a partir del capítulo 10 de la primera parte (Libro de la madre), cuando nos encontramos ante una historia seductora, fascinante, dura, valiente, hermosa y sabia. Sensual y hechizante. La poetisa de Qazvin es una mujer que conquista con la inteligencia y su naturalidad, rindiéndose a sus pies los guardias más toscos y huraños. Nadie se resiste al placer de leer. Nadie se resiste ante ella. La poetisa de Qazvin les enseña y un mundo nuevo se despliega ante ellos.

..Enseño a leer a los hombres que en su mayoría eran analfabetos, a lo largo del viaje, paso a paso. No fue fácil. Al principio se ruborizaban cuando la prisionera los hacía silabear con la lengua, y no creían, como aseguraba ella, que las letras volvieran a juntarse en un abrir y cerrar de ojos. Se rascaban la cabeza, maravillados de retener las palabras en la mente al tiempo que las dejaban marchar, pero habrían jurado que veían desplegarse la forma de las cosas en los senderos de las montañas cuando ella las recitaba. Se quedaron atónitos al ver que el alfabeto se extendía delante de ellos como un camino hasta la capital. La poetisa de Qazvin era una maestra tan magnífica como exigente, decían; nunca tenía miedo, ni se quejaba de las incomodidades. No se parecía a las mujeres que ellos conocían.

También, cómo no, sucumbe el Sha, y es su nombre la última palabra que pronuncia cuando le asesinan, ante la mirada y los brazos de una vieja lavandera de cadáveres. ‘La mujer que leía demasiado’ está formada por cuatro libros: el de la madre, el de la esposa, el de la hermana y el de la hija y uno a uno van dejando constancia de la impresión que causa la poetisa de Qazvin en todo aquel o aquella con quién se cruza, del mismo modo, en libertad como durante su cautiverio. En una estructura de flash-backs la novela avanza y retrocede en dos tiempos: uno, la muerte del Sha y el otro, cuando el Sha conoció a la poetisa de Qazvin, desafiando a su propia madre, la reina.

…-Es la mujer más inteligente del país –replicó-, y quizá del mundo. Así lo dice el visir. Ha recibido toda clase de honores en Kerbala, en Bagdad y en Qazvin. ¿Por qué no puedo verla? (…) Estaba decidió a entrevistarse con  la poetisa de Qazvin cuando él quisiera y todo el tiempo que le viniera en gana. Ahora mismo, en este preciso instante, iba a dar órdenes de que la trajeran a su presencia. Y sin velo.

La escritora britano iraní, Bahiyyih Nakhjavani, en ‘La mujer que leía demasiado’ novela la vida de una mujer vanguardista, distinta a su tiempo y a su entorno, que estuvo prisionera en una cárcel de Teherán desde el año 1847 al año 1852 por saber leer, por no ser convencional y darle su lugar en el mundo a la mujer y cuyo nombre era: Tahirih Qurratu’l-Ayn.

Ahora es Bahiyyih Nakhjavani quien le da su lugar a Tahirih Qurratu’l-Ayn, con esta apasionante novela. Cerrándose de esta forma y de algún modo el círculo de las mujeres que leen demasiado, que piensan por sí mismas y que escriben.


© MARÍA AIXA SANZ

**Sha

m. Título del antiguo soberano de Persia que llevaron también, en otro tiempo, algunos monarcas de la India: el palacio del Sha de Persia. u Suele escribirse con mayúscula. También se escribe sah.